Importancia del sector privado como eslabón de la cadena del desarrollo productivo
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Carolina Giussi y Cecilia Baudino
Hace unos días atrás tuvimos la posibilidad de escuchar a empresarios del sector agropecuario y del sector automotriz quienes, a lo largo de décadas, han aprendido a navegar las aguas turbulentas de una economía marcada por la volatilidad, revelando la resiliencia y capacidad de adaptación del empresariado argentino.
Comprendimos que sus historias reflejan fortalezas dadas por la capacidad de adaptarse y reinventarse, oportunidades dadas para desarrollar la creatividad y amenazas propias de los escenarios cambiantes en la economía nacional y global.

Nuestra provincia no es una isla y sufre también las consecuencias de una macroeconomía inestable (como la definen expertos en la materia). Experiencias como las compartidas en el 1° Congreso de ACEP La Pampa, celebrado en noviembre del 2024, nos obligan a pensar en una agenda de desarrollo que incluya y potencie al sector privado como socio estratégico del Estado para promover el desarrollo productivo.
No puede haber desarrollo sin crecimiento económico y éste depende de que se realicen inversiones. En este contexto, las empresas grandes y pequeñas, son actores centrales para motorizar esas inversiones. Su capacidad de adaptarse, de innovar, de generar empleo formal y de exportar valor agregado es clave para que regiones —como la nuestra— dejen de depender exclusivamente de materias primas y logren diversificar sus economías.
En La Pampa, el agro es sin dudas un actor protagónico. Las políticas públicas deben apuntar a ampliar esa matriz, fomentar la industrialización local, promover la incorporación de tecnología y fortalecer a las PyMEs que generan empleo en nuestras comunidades.
Quienes formamos parte de ACEP La Pampa, entendemos que los desafíos estructurales que enfrenta nuestra provincia sólo podrán ser abordados si se fortalecen los lazos entre el sector público, el sector privado y la ciudadanía organizada. Apostamos a una visión de desarrollo que reconozca al empresariado como un aliado clave, pero que también promueva una participación activa de la sociedad civil en la construcción de políticas inclusivas, sustentables y territorialmente equilibradas.
Creemos en la necesidad de construir consensos amplios, de promover espacios de diálogo multisectorial y de impulsar estrategias que prioricen el arraigo, la innovación y la justicia social. Como organización de la sociedad civil, renovamos nuestro compromiso con una agenda de desarrollo que tenga raíces locales, mirada de largo plazo y una profunda vocación transformadora.